Querida comunidad:
Hoy nos hemos levantado muy pronto, todos los que hacían volante y mini volante han aprovechado las primeras horas del día para comenzar su camino.
Tenían que prepararse bien, colocar bien todo en la mochila y echar a andar.
Y así se han ido felices, juntos y con Jesús, a conocerse en Dios.
Ya os podéis imaginar cómo se ha quedado el campamento estable, solo, solitario, soledoso. Tantos días haciendo tantas cosas juntos….y es que son muchos los que se han ido a la montaña…los vamos a echar mucho de menos.
El resto del campamento también nos hemos ido a caminar, un camino más corto, con mucha sombra, conociendo en el buenos días a un nuevo santo…Oscar Romero, un joven que se preparó muy bien para ser sacerdote, cultivó durante mucho tiempo sus raíces para los grandes cambios que le esperaban.
Y en eso hemos pensado hoy en nuestras raíces, en lo que nos sujeta y nos sostiene y aquí hemos estado construyendo casas.
El volante y el mini volante han llegado a sus destinos sin problema. El camino ha sido buen momento para mirar lo que les sujeta y mantiene.
Se ha acabado el día con una pequeña celebración de buenas noches queriendo construir sobre roca.
Os dejamos un pequeño cuento que nos ha acompañado en el día y que seguro que a vosotros también os ayuda…
“Hay algo muy interesante que sucede con el bambú japonés y que nos enseña una importante lección. Cuando un cultivador planta una semilla de este árbol, el bambú no crece inmediatamente por más que se riegue y se abone regularmente.
De hecho, no sale a la superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, luego de transcurridos estos siete años el bambú crece más de treinta metros en solamente seis semanas.”
¿Cuánto podríamos decir que tardó realmente en crecer el bambú?
Buenas noches, Comunidad…
Y aquí tenéis algunas fotos más del día:
Ver cada día las fotos de como la pasan de bien me alegra el corazón, pero sobre todo que en cada actividad se les enseñe y refuerce la fé con nuestro Dios es muy gratificante. Muchos cariños para Thiago veo que la está pasando súper bien. Un fuerte abrazo y un beso enorme de parte de mamá y papá.
Un día muy peregrino, con las mochilas a cuestas. Muchas gracias por las fotos.
Que felices se os ve.