Querida comunidad:
El día de hoy nos ha regalado lluvia, mucha lluvia. Parece que ya se sabía que no iba a ser un día fácil.
En el Buenos días los discípulos se habían enfadado entre ellos, no paraban de tener conflictos y divisiones; cada uno mirando lo suyo, sin querer hablar ni resolver sus diferencias.
Menos mal que los monitores nos han invitado a empezar con un momento de encuentro con Jesús. Todos juntos en el comedor, hemos hecho SILENCIO.
y se ha ido construyendo un muro con todos los conflictos y divisiones que hay en nosotros en el campamento y en la comunidad.
Un muro que nos alejaba de todo lo que hasta ahora había sido tan importante.
Somos muchos en el campamento, muy diferentes unos de otros, unos más altos, otros más bajos, algunos de pelo largo y otros muy corto, a algunos les encanta cantar y otros prefieren el silencio, unos comen de todo y otros nada o poca cantidad.
Hemos tenido muchas oportunidades para pensar en esos problemas cotidianos, en los enfados, en lo que nos cuesta pedir perdón, en las veces que no queremos hablar…
El día nos ha regalado muchas oportunidades para reconciliarnos con esas personas o problemas…
hablando de ellos en los grupos,
incluso escribiendo cartas a las personas a las que pedir perdón.
Y como no, en la RECONCILIACIÓN.
Los talleres de la tarde nos han seguido mostrando todas las diferencias que tenemos pero ya con un cambio en la mirada. Las diferencias nos enriquecen, los conflictos nos hacen crecer, nos invitan a ponernos en lugar del otro.
Nos hemos ido a la celebración de la eucaristía con muy buen sabor de boca, llevando todo lo vivido en el día, dispuestos con Jesús a derribar los muros de las divisiones.
Y todo ha terminado con una cena de gala, los monitores los más elegantes y nosotros felices de la fiesta.
Termina otro día intenso con una petición importante:
“Enséñame, Señor a perdonar, que mi corazón quede limpio de todo rencor”.
Por si os apetece escuchar uno de los muchos regalos que nos han hecho hoy:
No perdáis oportunidad de reconciliaros, de amar y mirar al otro con los ojos y el corazón de Jesús.
Os dejamos alguna foto más del día:
Que reflexión más bonita y que importante el silencio, ya vemos que ni la lluvia impide que tengáis un gran día, muchos besos a Jeison de parte de sus papis ❤️
Qué guay leer cada día vuestras crónicas y ver en las fotos la alegría en vuestras caras. Damos gracias a Dios por todo lo que estáis viviendo, por la fuerza del Espíritu y la preciosa vida en Comunidad… qué suerte tenemos!!!!
Un beso enorme para todos, en especial para l@s Ansaldez ❤️
Isa y Joaquín
Es un campamento en el que me hubiera gustado estar a cualquiera de las edades de los que lo componeis. Que alegría transmitís como comunidad y qué buena combinación de enseñanzas de Jesucristo con diversión de todo el grupo. Espero que mi hija Eva esté disfrutando de su primer campamento de la Nati . Sus padres estamos deseando que llegue el sábado para unirnos al campamento para abrazarla; sabemos que está en buenas manos pero eso no quita que nos acordemos de ella a todas horas y tengamos muchas ganas de hablar con ella y que nos cuente muchas cosas. Gracias a todos los que hacéis posible este campamento con una visión cristiana.
Hola a todos, me encanta veros y leer vuestras crónicas todos los días.
Aunque os haya llovido y los discípulos estuvieran enfadados, lo disimuláis muy bien con vuestras caras de alegría y atención. Claro que, con la pinta que tienen los espaguetis que os habéis comido, no me extraña que estéis tan contentos.
¡¡¡Un besote muy fuerte para todos y en especial a mi persona favorita!!!
Patricia Buj