Querida comunidad:
Hoy nos hemos acordado mucho de todos los que cada día os acercáis a la eucaristía, compartís el pan en comunidad y rezáis por nosotros.
En el Buenos días estaban los discípulos recordando aquel camino hacia Emaús en el que no reconocieron a Jesús hasta que partió y compartió el pan con ellos. Sintieron que el corazón latía más fuerte, que la Palabra tenía fuerza y que JUNTOS podían salir sin miedo a llevar la buena noticia.
¿De verdad el pan partido y compartido podía hacer posible todo eso?
Nos hemos puesto manos a la obra y lo hemos hecho. HEMOS HECHO PAN
Ingredientes:
300ml de agua, símbolo del bautismo que limpia y da vida.
1 cucharadita de sal, nosotros somos la sal de la Tierra, demos sabor.
15 gramos de levadura fresca, nos recuerda la transformación que hace el Espíritu Santo actuando en nuestras vidas.
500 gramos de harina. Los granos de trigo siempre se muelen juntos, somos nosotros.
Modo de hacerlo:
Hemos amasado con esfuerzo y trabajo, mezclando todos los ingredientes.
Ha reposado y fermentado
Se ha horneado y lo hemos comido en la celebración y en la cena.
Y toda esa receta, se ha hecho verdad en la celebración de la tarde, dejando que nuestro corazón se preparara para escuchar la palabra de Dios, dando gracias por lo vivido y pidiendo que transforme lo que nosotros solos no podemos (AMASANDO)
dejando tiempo de silencio y escucha (FERMENTO DE LA MASA)
siendo enviados volante y minivolante al encuentro íntimo con Jesús en la montaña (HORNEAR)
Ha sido un regalo poder vivir una celebración con tantos signos que dicen y cuentan tanto de lo que estamos viviendo.
Y no han faltado los juegos… porque está claro que la alegría está por todas partes.
¡Hasta mañana!
Os dejamos algunas fotos más:
Qué alegría veros tan felices. Es veros cada día lo que hacéis, y no veáis: ¡menudas ganas tenemos ya de ir los tres el sábado a veros, y disfrutar nosotros también un poquillo de aquello con vosotros!
María, Ramón y Ángel