Querida comunidad.
Hoy nos hemos levantado más despacito, notamos que nos faltan los mayores del campamento y todo va a otro ritmo.
Hemos desayunado super rico, todo preparado con mucho cariño.
Pero nos ha durado poco porque en el Buenos días los discípulos decidían salir a contar sin miedo, con valentía, con decisión, con alegría, con ganas de servir lo que estaban viviendo en su comunidad, había mucho que contar.
Los catequistas nos han invitado a que nosotros hagamos lo mismo, que salgamos a transmitir el espíritu de nuestro campamento, nuestra alegría de compartir y vivir juntos en Jesús.
No sabíamos muy bien cómo y a quién contar la buena noticia que estamos viviendo, así que hemos parado para comer un exquisito cocido que muchos han estado preparando.
Luego hemos aprovechado el rato de calor de la tarde para unos divertidos juegos de agua.
Y dando vueltas y vueltas, nos hemos ido al pueblo de Boñar, a invitar a todos a la celebración que íbamos a tener en su iglesia de San Pedro. Mucha gente nos ha abierto las puertas de su casa para recoger nuestra invitación. Algunos de nosotros nos atropellábamos para llamar y hablar con ellos, tal vez, haya que repetir esta experiencia más veces.
Todos los que han podido han venido a celebrar con nosotros. Hemos llevado nuestras canciones, nuestra mejor disposición, hemos leído las lecturas y los del minivolante han compartido la experiencia de su caminar por la montaña.
Los hechos que escuchábamos en el Buenos días se han hecho verdad en nosotros, hemos llevado la Buena noticia más allá de nuestra comunidad.
Mañana lo haremos con vosotros, venid preparados para compartir la alegría del espíritu JUNTOS.
¡No olvidéis la sudadera! Aquí a la sombra hace fresco.
Os dejamos más fotos.
