DIARIO DE EXPEDICIÓN
Día 24: Domingo de Resurrección; de feliz conmoción…
Pasika Nzisa (en kirundi), Feliz Pascua.
Hoy de nuevo ha sido un día lleno de vida, de la vida del resucitado que desde primeras horas de la mañana ha salido a nuestro encuentro, una vez más en TENGA.
Primera Eucaristía de la mañana, en Tenga
Hemos participado un poco en la primera Eucaristía de la mañana, celebrada por un Jesuita Argentino que pasa medio año aquí y otro medio en Europa. Hemos charlando con él, también una vida llena de Dios, de servicio y entrega como la del padre Germán.
No hemos parado de saludar a la gente de Tenga y hemos ayudado en los preparativos de la eucaristía que iba a presidir Germán.

Germán y Javier. Iglesia de Tenga.

Adornando la sala con globos.
Las 7 comunidades de base: Los pobres ayudan a más pobres en este día
Este pueblo no deja de sorprenderte. Tenga es una capilla de la parroquia de Kinama, donde celebramos ayer los oficios. Hay 7 comunidades de base y cada una de ellas ha preparado comida e invitado a 10 pobres para compartir con ellos este día de fiesta.
Es increíble, personas como Nicodemo, el catequista que nos llevó a su humilde casa el otro día, comparten con los que son más pobres que ellos. La comida ha consistido en arroz y judías negras, nosotros también hemos comido la misma comida de ellos y con ellos. Cada comunidad estaba comiendo en una de las aulas escolares, les hemos visitado a todos y deseado una feliz Pascua. Después, se ha entregado a cada uno de los 70 pobres, un sobre con dinero, fruto de una de las colectas de la Eucaristía, hay dos, una que se entrega al párroco y la otra para los pobres.

Arroz y judías pintas.
El Padre Germán nos invitó a dedicarles unas palabras
La celebración ha estado llena de alegría, de cantos y de bailes, como es costumbre. Germán nos ha hecho hablar a Javier y a mí, yo les he dicho
…que nos sentimos muy queridos por Germán, pero que sabemos que su corazón está en Tenga y que desde ahora, también yo y toda la comunidad de la Natividad de Nuestra Señora les llevaremos en nuestro corazón.
…que hemos seguido la construcción de la iglesia, las aulas… de todo lo que aún queda, pero que lo más importante y por lo que les daba gracias es por la vivencia de su fe, expresada con tanta alegría, que en Europa la hemos perdido, quizá porque nos estamos llenando de cosas y no dejamos hueco a Dios.
Ha sido agotador, y eso que nosotros no hemos bailado, aunque yo en más de un momento me he quedado con las ganas, pero el calor es tremendo.

Domingo de Resurrección. Iglesia de Tenga.
Avanzando en los proyectos, adaptándose a la evolución de la Comunidad
La Iglesia ya se ha quedado pequeña y Germán está preparando la ampliación. También quiere que vengan unas monjas y un cura que se dedique a pleno tiempo a Tenga, porque él está muy cogido con la hoja de la diócesis. Igualmente, tiene que hacerle ver al obispo y al párroco que son cosa de ellos, porque nadie quiere apostar por Tenga, lugar de muerte y desolación durante la guerra.
De nuevo me ha conmovido la humildad y sencillez de esta gente, sus saludos afectivos y cariñosos y la alegría de los niños y jóvenes.
Por la tarde visitamos la casa de las Misioneras de la Caridad de la madre Teresa de Calcuta
Por la tarde hemos visitado la casa de las Misioneras de la Caridad de la madre Teresa de Calcuta; también estaban de fiesta, cantando y bailando.
Hemos estado con los niños huérfanos que tiene, más de 150 y ha sido bonito, pero también muy duro: los niños se pegaban a nosotros y no querían soltarnos.
Reflexiones compartidas, el interior habla…

Lago Tanganika.
Después hemos ido a una especie de chiringuito junto al lago Tanganika y hemos compartido los cuatro sobre lo que estamos viviendo, las dudas y proyectos de Germán…
Ha sido también un momento muy especial.
Bueno, no os doy más la lata por hoy, pero tengo miedo a olvidarme cosas importantes por la acumulación de tanta vida.
Un fuerte abrazo para todos, en cada experiencia de gozo, de alegría, de emoción… os tengo presentes.
Felipe
- PD:
- Os acordáis del mensaje de Pascua que aprendimos de la comunidad de San Egidio de Roma el año pasado: «Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado, aleluya aleluya» eso es lo que estamos viviendo, una verdadera resurrección del Señor.